La experiencia del Ocio de las Personas con Diversidad Intelectual

LA INFANCIA DEL OCIO EN LAS PERSONAS CON DISCAPACIDAD INTELECTUAL

Los años noventa han sido muy importantes para el mundo de la infancia, la adolescencia y la juventud en Cataluña, donde hubo impulso de una serie de políticas cuyo eje principal era garantizar los derechos y el bienestar de este grupo social, así como construir su futuro. De acuerdo con el Pacto por la Infancia en Cataluña (2015), cuidar a los niños es cuidar el futuro de la sociedad.

En consecuencia, también fueron años relevantes para el ámbito educativo: el concepto de educación se amplió, la educación formal comenzó a ser cuestionada y las escuelas dejaron de ser los únicos centros preocupados por transmitir conocimientos. Los campos social, cultural y de ocio también se configuraron como ámbitos educativos capaces de formar personas a través del aprendizaje de habilidades de desarrollo personal.

En lo que respecta al ámbito del ocio, poco a poco este fue considerado un espacio que puede ser aprovechado para promover el bienestar y aportar componentes de cambios educativos, especialmente para niños y jóvenes, ya que la infancia y la juventud son las etapas de la vida en las que más se desarrollan, donde se adquieren más aprendizajes físicos y mentales, y es el sector que dispone de más tiempo libre. Además, promover actividades de ocio también es una necesidad, un derecho (Declaración de los Derechos del Niño, 1959) y una forma de facilitar y contribuir a la conciliación entre la vida familiar y laboral.

Independientemente de la condición psíquica o social de la persona, el ocio es uno de los elementos que garantizan el desarrollo personal. A través de diferentes modalidades de actividades de ocio (esplais, colonias, campamentos, casales, escultismo, ludotecas, centros abiertos, espacios familiares, rutas, etc.), es posible promover la responsabilidad, la sociabilidad, la creatividad, el espíritu crítico, la vivencia grupal, la comunicación, la implicación personal, la capacidad de potenciar el autodescubrimiento, la armonía con la naturaleza, la relación interpersonal, la capacidad de iniciativa, la conciencia de los propios intereses, el trabajo en grupo, la planificación y regulación de las mismas acciones, el respeto a los intereses de los sujetos, la autodeterminación, etc.

Sin embargo, aunque haya una serie de aprendizajes posibles a través del ocio, este no deberá ser considerado como una continuación de la escuela, sino como una nueva oportunidad de desarrollo. La experiencia del ocio deberá incluir la libertad de tomar decisiones. Deberá ser considerado como el tiempo que una persona tiene para elegir y disfrutar de actividades que no estén relacionadas con el trabajo u otras formas de actividades obligatorias, y deberán generar sentimientos naturales de placer, felicidad y gozo.

LA EXPERIENCIA DEL OCIO EN LAS PERSONAS CON DISCAPACIDAD INTELECTUAL

Aunque las investigaciones hayan demostrado que la participación de las personas con DI en todo tipo de actividades vitales aporta una diversidad de beneficios, existen diferentes estudios que constatan que estas personas participan menos en actividades sociales y recreativas que las personas sin discapacidad. A menudo, las actividades de ocio de las personas con DI se limitan a actividades solitarias, con su entorno familiar o asociativo.

Esto ocurre porque existe desigualdad en la oferta de actividades dirigidas a este público, lo que hace que el repertorio de actividades de ocio sea reducido, a pesar de que la ley 7600 sobre la Igualdad de oportunidades para las personas con discapacidad afirma en los artículos 54 y 55 que negar una actividad a una persona debido a su discapacidad es un acto discriminatorio. Todas las actividades culturales, deportivas o recreativas deben ser accesibles para todas las personas, y las instituciones que las organicen deben proporcionar los medios técnicos necesarios para que todos puedan disfrutarlas.

En el campo de la discapacidad intelectual, otros autores también añaden que las personas son, en su mayor parte, consideradas como objetos de atención y no sujetos de acción, debido a la visión asistencial, rehabilitadora y clínica que la discapacidad aún carga en la actualidad.

Es decir, lograr el reconocimiento social del derecho al disfrute del ocio por parte de las personas con DI representa un desafío, ya que la falta de información respecto a la discapacidad, los prejuicios y las viejas premisas asistenciales generan modelos de ocio que no corresponden al modelo vivido por el resto de la sociedad. Esto contribuye a la creación de un contexto de aislamiento, sobreprotección y sentimientos negativos de discriminación, que incapacitan más que el diagnóstico.

XERA TE ACOMPAÑA

Los beneficios que experimentan las personas con DID (Discapacidad Intelectual y del Desarrollo) cuando se les proporcionan los recursos, apoyos y/o servicios adecuados a sus necesidades son incuestionables. Sin embargo, siempre necesitan el apoyo de sus familiares.

No obstante, muchas veces las personas cuidadoras ven alterado su día a día debido al impacto emocional y físico que supone cuidar de sus familiares y el hecho de tener que responder a demandas específicas de sus hijos e hijas.

Por lo tanto, las familias se ven abocadas a luchar para solucionar esta complejidad al mismo tiempo que también intentan conciliar el cuidado de sus familiares con su propio desarrollo personal, relacional, laboral y con el envejecimiento de sus familiares y el suyo propio.

Es por este motivo que en XERA desarrollamos un proyecto de acompañamiento a este colectivo, con la finalidad de ayudar a las personas con DID a funcionar de manera más efectiva, autónoma y feliz en las actividades de la vida cotidiana.

Por otro lado, intentamos disminuir el estrés que experimentan las personas cuidadoras al combinar la atención permanente que requieren las personas con DID con su día a día.

Xera Te Acompaña es un proyecto de acompañamiento y apoyo socioeducativo que posibilita, mediante la presencia de un o una profesional especializada en el ámbito de la discapacidad, llevar a cabo actividades de apoyo a las personas cuidadoras y a las personas con DID.

Desde acompañamientos en servicios lúdicos, de ocio, así como desplazamientos a servicios esenciales, educativos y al domicilio, para dotar a las familias de herramientas de crianza positiva para enfrentar situaciones de descompensación conductual.

El servicio «XERA TE ACOMPAÑA» está diseñado para atender a un número limitado de participantes anualmente, con un límite de horas por participante. El principal requisito es que la persona participante con DID viva con los tutores o familiares legales que solicitan el servicio.

Los objetivos son mejorar la calidad de vida laboral, personal y familiar de las personas con DID y de sus personas cuidadoras mediante un apoyo profesional especializado:

– Favoreciendo la autonomía personal en todos los ámbitos de la vida cotidiana de las personas con DID, reduciendo las situaciones de conflicto y/o agotamiento emocional y físico de las personas cuidadoras debido a la atención constante que requieren las personas con DID.

– Aumentando la accesibilidad y participación activa de las personas con DID en actividades de carácter lúdico, deportivo, cultural y/o de ocio significativo durante las horas en que se dispone de un profesional especializado.
– Mejorando las relaciones intrafamiliares disminuyendo la presencia de los cuidadores a la hora de cumplir tareas de la vida cotidiana que pueden realizarse de manera autónoma con un mínimo apoyo.

– Facilitando servicios de atención temporal adaptados a sus necesidades y características familiares en situaciones de urgencias médicas.

– Previniendo situaciones de crisis personal o familiar dotando a las personas cuidadoras de pautas de intervención en crianza positiva.

 – Y aumentando las horas de ocio significativo y/o descanso de las personas cuidadoras durante las horas en que se dispone de un profesional especializado.